Un niño sordo puede
estar perfectamente incluido en un aula ordinaria con el resto de niños que no
presentan ninguna discapacidad. Solo tenemos que ayudar a eliminar ciertas
barreras para la comunicación.
Algunos aspectos que se deben tener en cuenta
son los siguientes:
- El niño sordo debe sentarse en primera fila.
- Se le debe mirar a la cara cuando se le habla vocalizando bien en todo momento pero sin exagerar.
- Repetirle mirándole a él todo lo que comentan el resto de sus compañeros y no ha entendido bien.
- Señalización perfecta de donde está situada cada cosa en el aula.
- Cuando se muestren vídeos, estos estarán subtitulados.
- El espacio tiene que tener suficiente luz pero sin deslumbrar.
-